viernes, 18 de noviembre de 2011

SANTA CECILIA

SANTA CECILIA, VIRGEN Y MÁRTIR


Día 22 de noviembre



Fue Cecilia una ilustre doncella romana, que desde luego escogió por herencia suya
a Jesucristo, consagrándole su virginidad. En me­dio de eso, sus padres la desposaron con un caballero joven, llama­do Valeriano, y se comenzaron á dar disposiciones para la boda, siendo todo fiestas, diversiones, música y saraos, mientras aquéllas se concluían. Sólo el corazón de Cecilia estaba cubierto de tristeza y de dolor. Al mismo tiempo que en la gala exterior brillaba el oro y la más preciosa pedrería, traía á raíz de sus delicadas carnes un ás­pero cilicio, y pasaba la noche en fervorosa oración para alcanzar del Señor que desvaneciese aquel tratado, ó, en caso de efectuarse, la amparase con extraordinaria protección para conservar intacta su virginal integridad. Cuando oía los instrumentos músicos que reso­naban en casa de sus padres, elevando su espíritu á su Celestial Esposo, le decía: Una gracia os pido, dulcísimo Jesús mío, y es que ni mi corazón ni mi cuerpo pierdan jamás ni una mínima parte de su entereza; no sea frustrada yo de este favor que espero de vuestra omnipotencia. Lle­gó, en fin, el día de la boda; pero aquel Dios, en quien ha­bía puesto toda su confianza, fue guar­da fiel de su virgi­nal pureza, y ella con sus palabras persuadió a su esposo de dejarla voluntariamente virgen.



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